quarta-feira, 9 de fevereiro de 2011

AMORES FLORECIDOS EN LUNA

(Yudith Diaz -Venezuela)

En su andar por los rincones más insospechados de Venezuela, Quinto Santa Martha realizó varios oficios o “profesiones”, como el mismo decía. De San Juan de los Morros, pasó a vivir a Ceuta un pueblito antiguo y legendario sobre las aguas del Lago de Maracaibo en su costa oriental a unos 30 kms de Mene Grande. Su nombre se debe a la famosa ciudad española de Ceuta en la costa africana del Mediterráneo frente a Gibraltar. El pueblo se compone de palafitos. Sus casas se comunican por caminerías sobre estacas.

A este pueblito llegó Quinto Santa Martha a los 25 años, tras una mujerona cubana de 38 años llamada Celia, con unas nalgas y tetas prominentes, además de su manera de ser desinhibida y ducha en los placeres de la carne; satisfacía a su antojo los apetitos sexuales del joven. Arribaron a este pueblo el 28 de diciembre de 1937 en el apogeo de las fiestas de San Benito. Luego que disfrutaron por varios días de las parrandas y la euforia de los chimbagueles y del alcohol, decidieron quedarse en el pueblo en el palafito del viejo Severiano, quien tenía un expendio de ron y tabaco.

Celia y Quinto ayudaban al viejo Severiano en el negocio, y con eso pagaban la renta del cuarto donde vivían; todos los fines de semana los pobladores hacían parranda en el “Peje Azul”, así se llamaba la bodega, y de vez en cuando llegaba un gringo alto y rubio de la Creole, llamado Peter, a quien Celia atendía con esmero y que era por los dólares que traía, sin embargo Quinto no se creyó el cuento y comenzó sus reclamos y peleas motivadas por los celos.

A los 3 meses, sin pensarlo dos veces Celia se fue con el gringo a Cabimas y dejo a Quinto sumido en la mayor tristeza, pero Severiano lo aconsejó y le decía: “Joven, no sufra por esa gaviota, eso tenía que pasá, no es una mujer güena” y así convencido, se fue olvidando de la mujer, pues no era hombre de andar llorando mucho tiempo por faldas.

En esos tiempos llegó al dispensario del pueblo un médico de Maracaibo, un hombre simpático y buena gente llamado Poncio Galindo, quien comenzó a frecuentar el “Peje Azul” y conoció a Quinto, de quien se hizo amigo y descubrió que este tenía dotes de curandero, conocía cuanta hierba y raíz servían para curar diarreas, fiebres, asma, gripes, paludismo, abortivas, diuréticas, “picadas de culebra” y otros males. Fue así como Quinto se convirtió en enfermero y ayudante oficial del Dr. Galindo.

En una oportunidad el Dr. Galindo y su ayudante, visitaron un poblado en la Alta Goajira, que abarca la zona de la costa, desde Cojoro hasta Castilletes. Allí conviven las comunidades indígenas Wayuú, las cuales se encuentran muy dispersas. Esta zona se caracteriza por un clima muy seco, donde el viento y el sol quemante, torna el paisaje en irrealidad para el viajero, a veces parece que surgiera de repente una laguna de agua clarita, pero es el relente del sol que se refleja en la arena. Allí fue a parar Quinto en sus andanzas, aplicando vacunas a los niños y quinina para el paludismo que estaba matando a los indígenas de la región.

Un día, por curiosidad, le pregunté al viejo Quinto: ¿Tú hablas la lengua wayuu?, el viejo respondió, que entendía algunas palabras, pero que los wayuu hablaban castellano con los “arijunas”, que es como llaman a los blancos y el wayuunaiki (su idioma), lo utilizan para comunicarse con gente de su propia cultura. Así entendí, como el viejo no tenía problemas para comunicarse con los goajiros.

Me contaba Quinto que se ganó la confianza de Nicasio Guaviare, un goajiro muy respetado y temido en la zona, tenía 5 hijos de los cuales 3 eran hembras. Una de ellas Celina, se diferenciaba de sus hermanas por sus facciones finas y delicadas, se decía entre corrillos que no era hija de Nicasio, sin embargo era la preferida del goajiro.

Esta Majayura de 15 años, ya se estaba preparando para el matrimonio en la choza de “blanqueo”, aprendiendo las labores domesticas y el comportamiento de una mujer adulta. Dos días antes de entrar al encierro, se vieron por primera vez Quinto y Celina y sus miradas hablaron, un escalofrío recorrió la espina dorsal de Quinto, quien sintió el llamado de la carne como una llamarada mágica, igual le pasó a la guajirita y desde ese momento sin medir palabras, decidieron hacer realidad sus deseos. Sin embargo sabían que no sería fácil para ellos burlar la constante guardia de las tías maternas, que la cuidaban día y noche.

Celina Guaviare, tenía muchos pretendientes, pero Nicasio había escogido a un viejo goajiro llamado Gerbasio Polanco Uriana, como esposo de la joven, ya que este ofrecía como dote 50 animales: 15 bueyes, 20 vacas, 5 caballos y 10 chivos; además de muchos collares de coral y tuma que ofrecía a la madre de la majayura, ya estaban palabreados y convenido el matrimonio, sin contar con la opinión de Celina, quien lloraba en su encierro por la suerte que le tocaba, su único consuelo era soñar en que el “arijuna”, se la robara de la choza y la llevara muy lejos para disfrutar de sus amores.

Mientras tanto, Quinto cada día ganaba más terreno en la confianza del padre de Celina, quien sufría de hemorroides que le impedían hasta acostarse con sus mujeres, para lo cual Quinto le recetaba un emplasto de hierbas y ají chirel que el mismo preparaba, con lo cual logró sanar al goajiro. Una vez curado, el viejo goajiro se sintió feliz de volver a reanudar sus relaciones amorosas con sus mujeres, que para esa fecha eran cinco a su cargo. Se sintió tan agradecido de Quinto, que le propuso darle una de ellas como mujer, la que el escogiera. Las hizo pasear desnudas ante la mirada sorprendida del astuto joven, quien no atinaba a pronunciar palabra, al final se quedó con Yurana, una goajira fuerte y sensualota, que tendría a lo sumo 17 años.

Esa misma noche, Quinto se fue a su chinchorro, en la choza que le había dado el goajiro, un poco distante del resto de la ranchería y preparó una infusión anticonceptiva a base de ruda,
salvia y Ajenjo (hierbas que según me explicó, evitaban la preñez y que siempre tenía en su mochila, por si acaso); a media noche se apareció Yurana, vestida solo con su larga cabellera negra y lacia, que le cubría la parte delantera del pecho hasta el pubis y sin más se descubrió ante el sorprendido mozo, para preguntarle: “que te gusta”. El joven respondió azorado: “todo”, y a partir de allí cada noche retozaban hasta el amanecer. Pero, Quinto no olvidaba a la joven Majayura en el blanqueo y exprimía su pensamiento, imaginando como haría para verla.

Así estaban las cosas, cuando una noche, oteando alrededor de la choza de blanqueo, Quinto se dio cuenta de que la tía más vieja estaba tomando “chirrinchi”, bebida esta que la dormitaba hasta la mañana y la tía más joven se iba a un paraje cercano, a verse con un colombiano que había llegado en esos días a vender baraterías en el pueblo. Se le ocurrió a Quinto que esta podría ser su oportunidad y sin pensar dos veces, se coló prácticamente por la parte de atrás de la choza y allí encontró a Celina: preciosa en su encierro, con su manta goajira y sus ojos soñadores llenos de asombro, se trenzaron en un fuerte abrazo y un beso prolongado donde dejaron el alma, los enamorados se dieron a sus placeres por casi dos horas, hasta que la majayura le pidió a Quinto, que por favor se fuera que si los descubrían no quería pensar en lo que pasaría.

Desde ese momento, Quinto no quiso ver más a Yurana (la amante regalada), le dijo que se sentía enfermo, que necesitaba descanso y todas las noches después que todo el poblado se recogía a dormir, Quinto con mucho sigilo y los nervios en ristre, entraba al “santuario del blanqueo”, lugar que ningún goajiro conocía, allí los enamorados mezclaban sus dulzuras y tejían sus esperanzas, pero ambos sabían que no tenían mañana, que solo duraría el tiempo de blanqueo, que al salir de allí Celina Guaviare se iría con el viejo Gerbasio Polanco Uriana, quien la esperaba confiado.

Estos amores duraron 3 meses sin que nadie se diera cuenta, llegó el día de salida y la fecha convenida para el matrimonio, 23 de diciembre de 1938. Salió la majayura del encierro; linda como una imagen, blanca y suave su piel de luna, con su larga cabellera negra como velo de noche, con su boca sonrosada y sus ojos rasgados, tristes y con mirada perdida aceptó lo convenido. Quinto miraba desde lejos esfumarse sus esperanzas, cual espejismo del sol de esa tierra brava y difícil y decidió regresar con su pena al pueblo de Ceuta, no sin antes hablar con Celina por última vez. Aprovechó para ello la fiesta Patronal Nuestra Señora de los Remedios, el 20 de enero de 1939, allí se enteró que la majayura le daría un hijo y que le pondría por nombre si era varón Jimai, que significa “pequeño hombre” y si es hembra Akashia, que significa luna en wayunaiki.

El 10 de septiembre de 1939, nació Luna. Esto lo supo Quinto 2 años más tarde por boca de Kuma, un joven goajiro que se dio cuenta de los amores a escondidas de Celina y mantuvo el secreto a cambio del dinero que Celina le daba, el cual era sustraído hábilmente por la mujer del mapire de su esposo Gerbasio, cuando se emborrachaba.

Kuma quiso cobrarle el secreto también a Quinto, pero este con mucha habilidad se lo sacó de encima, diciéndole que le enviaría un espíritu maligno que lo llevaría por el “camino de la muerte” y como Quinto tenía fama de buen brujo, el indiecito no se atrevió a molestar mas a Celina.

En diciembre de 1941, casi por casualidad conoció Quinto a su hija Luna, una linda guajirita de apenas 2 años, idéntica a su madre, pero con problemas de salud desde su nacimiento y Celina con temor de que su hija muriera decidió consultar con el médico del pueblo Poncio Galindo; es así como Quinto conoció a Luna, y desde ese instante hizo todo lo posible por ayudarla a restablecer su salud, lo cual fue posible gracias a las medicinas de los “arijunas”. Sin embargo, Quinto se mantuvo alejado de Celina como si nunca la conoció, así lo hizo para protegerse de los celos del marido, ya que Quinto sabía que esto podía ser su fin. Aquí muere la esperanza de estos amores, consagrados y florecidos en Luna.


· Arijuna: hombre blanco en idioma Wayuú (wayunaiki)

· Blanqueo: Costumbre goajira que consiste en encerrar a la joven novia en una choza, custodiada por las tías maternas, quienes se encargan de prepararla para el matrimonio.

· Chirrinchi: Bebida de maíz fermentado

· Chimbangueles: Tambores parecidos a una batería (instrumentos musicales de percusión)

· Majayura: joven mujer goajira

· Mochila: Bolso de viaje, que se usa colgado al hombro

· Wayuú: indígenas de la Goajira venezolana y colombiana

· Mapire: Mochila de viaje

· Psicóloga e escritora

O amor floresce em lua
* (
Venezuela - Yudith Diaz)

Em sua caminhada pelos lugares mais inesperados na Venezuela, Quinto de Santa Marta fez vários negócios e profissões ", como ele mesmo disse. San Juan de los Morros, passou a viver em Ceuta uma cidade lendária idade sobre as águas do Lago de Maracaibo, na costa cerca de 30 kms a leste de Mene Grande. Seu nome vem da famosa cidade espanhola de Ceuta, na costa do Mediterrâneo Africano ao largo de Gibraltar. A aldeia é constituída por palafitas. Suas casas são interligadas por passarelas sobre palafitas.
Nesta aldeia veio Quinta de Santa Marta aos 25 anos após uma mulher de 38 anos de idade cubana Celia grande nomeada, com proeminentes seios e nádegas, bem como sua forma de ser desinibido e chuveiro nos prazeres da carne à vontade, satisfazer as apetites sexuais dos jovens. Chegaram a esta cidade em 28 de dezembro de 1937, na altura do festival de San Benito. Então comiam há vários dias de festa e euforia da chimbagueles e álcool, decidiu permanecer na aldeia de palafitas de Severiano de idade, que tinha uma venda de rum e rapé.
Celia e ajudou o velho Severiano Quinta no negócio, e com isso paga o aluguel do quarto onde eles viviam, todos os fins de semana eram pessoas festejando na "Peje Blue" e chamou a adega, e, ocasionalmente, atingiu um gringo alto e loiro do crioulo, chamado Pedro, que assistiu a com cuidado e Célia foi a de dólares que ele estava carregando, mas a quinta não foi pensado a história e começou a luta e reivindicações motivado por ciúmes.
Aos 3 meses, sem pensar duas vezes Celia foi o gringo e deixou Cabimas Quinta mergulhou como muita tristeza, mas Severiano aconselhou e disse: "Jovem, não sofrem com a gaivota, eu tinha que ir-não Guena é uma mulher ", e assim convenceu foi esquecida por mulheres, ele não era homem para andar muito tempo chorando saias.
Naqueles dias, as pessoas vieram para a clínica de um médico de Maracaibo, um homem simpático e gente boa chamado Pôncio Galindo, que começou a freqüentar o "Peje Blue" e reuniu Quinto, que se tornaram amigos e descobriu que este médico tinha qualificações Ele sabia muito grama e raízes foram usadas para curar a diarréia, febre, asma, gripes, malária, aborto, diurético, "cobra-mordido" e outros males. Quinta foi como ele se tornou um auxiliar de enfermagem e agente Dr. Galindo.
Em certa ocasião, o Dr. Galindo e seu assistente, visitou uma aldeia na Alta Guajira, que abrange a área do litoral Cojoro para Castilletes. comunidades vivem há Wayuu indígenas, que são muito dispersos. Esta área é caracterizada por um clima muito seco, onde o sol, vento e ardente, a paisagem torna-se irreal para o viajante, que por vezes parece emergir de repente, uma lagoa de água clarita, mas o orvalho do sol que se reflete em areia. Eles terminaram em quinto em suas andanças, a utilização de vacinas para crianças e quinino para malária, que estava a matar os nativos da região.
Um dia, por curiosidade, perguntei ao quinto velho: "Você fala a língua Wayuu, O velho respondeu que entendia algumas palavras, mas o Wayuu falava castelhano com" arijunas ", que é o que eles chamam os brancos e Wayuunaiki (a linguagem), usam para se comunicar com pessoas de sua própria cultura. Bem entendido, pois o velho não teve problemas para se comunicar com Goajiros.
Quinto disse-me que ele ganhou a confiança dos Nicasio Guaviare, um Goajiros altamente respeitado e temido na região, tinha cinco filhos, dos quais três eram do sexo feminino. Um Celina, diferente de suas irmãs para seus traços finos e delicados, disseram entre cliques que não eram filhos de Nicasio, no entanto, foi o Goajira preferido.
Este Majayura 15, já estava se preparando para o casamento na cabana de lavagem de dinheiro, tarefas domésticas e de aprendizagem do comportamento de uma mulher adulta. Dois dias antes de entrar no recinto, foi o quinto primeiro e Celina e seus olhos falavam, um arrepio percorreu a espinha dorsal do Quinto, que sente o apelo da carne, como a mágica de fogo, apenas aconteceu e de guajirita desta vez sem palavras medida, decidida a cumprir seus desejos. Mas eles sabiam que seria fácil para eles escapar da vigilância constante das tias maternas, que cuidou dela dia e noite.
Celina Guaviare, tinha muitos pretendentes, mas Nicasio tinha escolhido um velho Goajiros Gerbasi chamado Polanco Uriana como o marido da jovem, como este oferecido como um dote de 50 animais: 15 bois, 20 vacas, cavalos de 5 e 10 caprinos, além de muitos Tuma colares de coral e ofereceu a mãe de Majayura, eram as palavras e concordou com o casamento, sem a opinião de Celina, que estava chorando em sua prisão na possibilidade de que ele jogou, seu único consolo era o sonho que o "arijuna" foi o roubo da cabana e levá-la muito longe para desfrutar de seu amor.
Enquanto isso, o quinto a cada dia ganhando terreno na confiança do pai de Celina, que sofria de hemorróidas que ela não conseguia nem dormir com suas esposas, para os quais o quinto seria prescrever um cataplasma de ervas e pimentão Chirel que estava a preparar, com que conseguiu curar a Goajira. Depois de curado, o Goajiros velho estava feliz em voltar a retomar as suas relações com as mulheres, que naquela época havia cinco sob seus cuidados. Ele estava tão grato Quinto, que propôs a dar um deles como as mulheres, que ele escolhe. A caminhada estava nu diante dos olhos atônitos do garoto esperto, que não conseguia pronunciar uma palavra, no final ficou com Yuran, um forte e sensualota Guajira, o que teria no máximo 17 anos.
Naquela mesma noite, o quinto foi para a sua rede na cabana que tinha dado o Goajira, um pouco distante do resto da fazenda e preparou uma infusão de contraceptivos rue de base,
sálvia e artemísia (erva como eu disse, evitar a gravidez e eu sempre tinha em sua mochila, apenas no caso), à meia-noite Yuran apareceu, vestida apenas com seus cabelos lisos longos e negros, que cobria a frente do peito ao púbis e não mais foi descoberto antes que o menino atônito, perguntando: ". Igual a Você" A menina confusa respondeu: "tudo", e de lá todas as noites divertir até o amanhecer. Mas, Quinto não esqueceu o Majayura jovens no branqueamento e apertando o seu pensamento, imaginando como seria vê-lo.
Assim era, quando uma noite, olhando ao redor da cabana de dinheiro, Quinto percebeu que a velha tia estava tomando bebida "chirrinchi" é que dormiu até de manhã e foi uma tia mais nova local próximo, para atender um colombiano que chegou nesses dias para vender barratry na cidade. Ocorreu a quinta esta poderia ser sua chance e sem pensar duas vezes, caiu quase pela parte de trás da cabana e encontrou lá para Celina: bela em seu gabinete, com o seu cobertor Goajira olhos sonhadores e cheios de maravilha , partiu-se em um grande abraço e um beijo que deixou a alma, os amantes deram os seus prazeres durante quase duas horas, até o quinto Majayura pedimos o favor de ir embora se fossem descobertos não quero pensar o que aconteceria.
Desde então, o Quinto não iria ver mais Yuran (os presentes do amante), ele disse que se sentia doente, que precisava descansar e todas as noites, após a cidade inteira estava reunida para dormir tranquilamente Quinta e nervos na mão , entrou no "santuário de dinheiro", ao invés de qualquer Goajiros sabia que os amantes misturava doçura e teceu as suas esperanças, mas ambos sabiam que não tinham manhã, que duraria apenas branqueamento hora de sair que Celina Guaviare ir com o velho Gerbasi Uriana Polanco, que estava esperando confiante.
Esse amor durou três meses, sem que ninguém percebesse, foi o dia da partida ea data estipulada para o casamento, 23 de dezembro de 1938. Majayura veio o encerramento, bem como uma imagem, sua pele suave luar branco, com seus longos cabelos negros como o véu da noite, com o rosto corado e olhos oblíquos, olhando triste e aceitou o acordo. Quinta observavam de longe as suas esperanças desaparecem, como a miragem de sol a terra selvagem e duro e decidiu retornar com sua tristeza para o povo de Ceuta, não sem primeiro falar com Celina passado. Baseando-se na festa do padroeiro da Nossa Senhora dos Remédios, 20 de janeiro de 1939, não sabendo que o Majayura lhe daria um filho e ele teria se fosse um menino chamado Jimai, que significa "pequeno homem" e, se do sexo feminino Akashi, o que significa lua em Wayunaiki.
Em 10 de setembro de 1939, Luna nasceu. Quinta sabia que dois anos mais tarde, pela boca de Kuma, um Goajiros jovem percebeu que adora se esconder de Celina e manteve o segredo para o dinheiro que deu a Celina, que foi sequestrado pela mulher habilmente Mapire Gerbasi seu marido, quando ele estava bêbado.
Kuma também queriam cobrar-lhe o segredo para o quinto lugar, mas habilmente retirou-a, dizendo que iria enviar um espírito maligno que levaria a "rodovia da morte" e um quinto tinha fama de bruxa boa, e não o indiozinho ousaram incomodar Celina.
Em dezembro de 1941, quase por acaso conheceu a sua filha Luna Quinto, um guajirita agradável de apenas dois anos, idêntica à sua mãe, mas problemas de saúde desde o nascimento e Celina estão com medo de que sua filha morreu, decidiu consultar o seu médico Galindo Pôncio Village, é assim que ele conheceu Quinta da Lua, ea partir desse momento todos os esforços para ajudar a restaurar sua saúde, o que foi possível graças aos medicamentos dos "arijunas". No entanto, a Fifth Celina ficou de fora como se nunca se conheceram, ele o fez para proteger o ciúme do marido, e que Quintus sabia que isso poderia ser o seu fim. Aqui morre a esperança desses amores, com sede e florescer na lua.

• Arijuna: Wayuu homem língua branca (Wayunaiki)
• Dinheiro: Personalizada Goajira que envolve a captura a jovem noiva em uma cabana, guardado por tias maternas, que são responsáveis pela preparação para o casamento.
• Chirrinchi: bebida de milho fermentado
• Chimbangueles: Bateria como uma bateria (instrumentos de percussão)
• Majayura: jovem mulher Guajira
• Mochila: saco de viagem, usada a tiracolo
• Wayuu: índios da Venezuela e Guajira colombiana
• Mapire: Mochila de Viagem

Psicóloga e escritora

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